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Tratamiento de hepatitis C en coinfección de VIH y VHC

Vilmary Sierra Rosa, MD, AAHIVS

Vilmary Sierra Rosa, MD, AAHIVS
Subdirectora Médica, Concilio de Salud Integral de Loíza
Práctica privada en Carolina
Northestern-Carribbean AETC
Presidenta de la Asociación de Médicos Tratantes de VIH de PR

Hasta hace un tiempo, las personas que vivían con VIH y hepatitis tipo C (VHC) solo tenían 2 opciones de tratamiento: ribavirina e interferón pegilado para tratar el VHC. Estos tratamientos eran muy complicados, pues los pacientes tenían que tomar los medicamentos por un año y los efectos secundarios eran muy severos. Actualmente el tratamiento para estos pacientes es sumamente simple, pues tenemos la posibilidad de escoger entre múltiples medicamentos para el tratamiento del VHC –que dura de 8 a 12 semanas–, cuyo rango de curación es de un 90 a 100%.

Manejo del VIH en pacientes positivos a VHC

Los pacientes coinfectados deben seguir utilizando sus medicamentos para el VIH, concomitante con los del VHC. Deben de mantener la carga viral del VIH como “no detectable” para poder llevar a cabo el tratamiento para el VHC. Además, se debe escoger un medicamento que no tenga interacción con los medicamentos indicados para el VIH. El paciente puede tomar ambos medicamentos a la misma vez, de ahí la importancia que no tengan interacción.

Inicio del tratamiento para el VHC

El tratamiento para el VHC se debe empezar lo antes posible, ya que las personas coinfectadas que se curan tienen también menos riesgo de problemas hepáticos. Cuando en el recuento de linfocitos el valor CD4 es menor de 200 el paciente debe esperar para empezar el tratamiento para la hepatitis C. Esto se debe a que el tratamiento para VHC puede supri-mir el sistema inmune del paciente, por lo que antes de iniciarlo este debe tener un valor CD4 sobre 200.

Por otro lado, para maximizar el tratamiento, es vital que la carga viral de VIH esté suprimida, para así poder minimizar algún tipo de resistencia a los medicamentos. Le debemos explicar al paciente que no debe dejar el tratamiento para VHC, ya que esto puede crear resistencia y hacer que el mismo no sea exitoso.

Evaluación postratamiento

Luego de 8 a 12 semanas del tratamiento, se deben efectuar las pruebas de laboratorio de rigor (CMP, CBC, HCV VL/PCR) para así poder confirmar que este ha sido exitoso y saber si el paciente se curó.

Una vez que el paciente se haya curado, debemos orientarlo para evitar una reinfección, ya que uno se puede volver a infectar en caso de seguir con las mismas prácticas que lo llevaron a contagiarse. Si el paciente era usuario de drogas intravenosas, debe ingresar a un programa para dejarlas. También se debe trabajar con otros comportamientos de riesgo de los pacientes.

Además, cuando el paciente se ha curado, podemos trabajar con otras enfermedades hepáticas que pueden afectar a los pacientes con VIH, como puede ser la enfermedad de hígado graso no alcohólico (NAFLD). Esta última también puede estar asociada a pacientes con diabetes, con obesidad y con colesterol elevado.

Comentario

En la actualidad, existe la posibilidad de curar la coinfección de hepatitis C y de VIH, dependiendo del interés que pongamos nosotros y el paciente. Esto es posible porque los medicamentos son cada vez más accesibles.

También depende de nosotros estar al día en la información médica para poder ayudar bien a nuestros pacientes, orientándolos a hacer la prueba del virus de hepatitis C y a encontrar el tratamiento más adecuado para cada caso. De esta manera, podemos ayudarlos aún más a mejorar su calidad de vida.