Vasculitis en niños
asociadas a anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos
Elivette Zambrana-Flores, MD, FAAP
Reumatóloga Pediátrica
Board Certified en Reumatología Pediátrica y Pediatría
Centro de Subespecialistas Pediátricos HIMA Caguas y Bayamón
Tel. 787-653-2224/787-620-4307
Hay un grupo de vasculitis asociadas a la presencia de anticuerpos que tienen como blanco el citoplasma de los neutrófilos comúnmente conocidos como ANCA (Anti-neutrophil cytoplasmic antibodies). Estos ANCA están dirigidos a enzimas que se encuentran en los gránulos de las células polimorfonucleares. Los ANCA se detectan por microscopía de inmunofluorescencia en varios patrones. Los más comunes son el patrón citoplásmático (cANCA) y el periférico (pANCA). El blanco de cANCA es la proteinasa-3 (PR-3) y el de pANCA es la mieloperoxidasa (MPO).
Cuando hablamos de las vasculitis asociadas a ANCA, nos referimos a la granulomatosis con poliangeitis (GPA: granulomatosis with polyangiitis, antes conocida como granulomatosis de Wegener), poliangitis microscópica (MPA: microscopic polyangiitis) y al síndrome de Churg-Strauss (CCS: Churg-Strauss Syndrome). Estas vasculitis tienen predilección por los vasos de calibre pequeño y mediano. Su afección es multisistémica y potencialmente conlleva elevadas morbilidad y mortalidad.
Granulomatosis con poliangitis (GPA)
La granulomatosis con poliangitis (GPA) afecta en especial el tracto respiratorio (alto y bajo) y los riñones. La edad promedio para su diagnóstico en niños es de 14 años. Los niños diagnosticados con GPA presentan, en el 90% de los casos, síntomas generales como fiebre, malestar general y pérdida de peso. Un 80% presenta manifestaciones pulmonares como hemorragia, nódulos, infiltrados, pleuresía y fallo respiratorio. El 80% tiene compromiso del tracto respiratorio alto que se manifiesta como úlceras nasales y orales, perforación del septo nasal (y, por ende, la característica nariz de silla de caballo), epistaxis, sinusitis, mastoiditis, pérdida de audición y estenosis subglótica. El 75% de estos pacientes tiene compromiso renal, siendo muy raro que, en niños, esto no ocurra en algún momento. El 90% tiene un ANCA positivo, de los cuales del 80% al 90% son cANCA con especificidad PR-3. A diferencia de los adultos, en niños es más común ver compromiso multisistémico, renal y estenosis subglótica. (En la tabla 1 figuran los criterios para su diagnóstico.
| Tabla 1 Criterios diagnósticos para granulomatosis con poliangitis de inicio en niños (GPA) _ El diagnóstico requiere tres de los siguientes 6 criterios: -# Evidencia histopatológica de inflamación granulomatosa; -# Compromiso del tracto respiratorio alto; -# Compromiso laríngeo-traqueo-bronquial; -# Compromiso pulmonar (radiografía o CT scan); -# Presencia de ANCA; y -# Compromiso renal (proteinuria, hematuria con cilindros urinarios,glomerulonefritis necrotizante pauciinnmune). EULAR/PReS |
Poliangitis microscópica (MPA)
La poliangitis microscópica (MPA) es una vasculitis no granulomatosa, necrotizante, pauciinmune, que afecta primordialmente los vasos de calibre pequeño. Se caracteriza por capilaritis y glomerulonefritis necrotizante. Casi todos los niños afectados tienen síntomas generales. Casi el 100% tiene enfermedad renal que se manifiesta con hipertensión, hematuria o proteinuria, y una tercera parte presenta fallo renal.
El compromiso pulmonar fluctúa entre el 17% y el 62% de los niños afectados y suele presentarse con compromiso renal. En un 30% se observan cuadros isquémicos cerebrales y lesiones necrotizantes de la piel. MPA está asociado a pANCA con especificidad MPO. No hay criterios diagnósticos establecidos, por lo que su diagnóstico es básicamente clínico al excluirse otras etiologías.
Síndrome de Churg-Strauss (CSS)
El síndrome de Churg-Strauss (CSS) es una vasculitis granulomatosa con predilección de los vasos de calibre pequeño y mediano, que afecta mayormente a niños con asma severa y alergias. No existe un criterio pediátrico para esta vasculitis, por lo que se utiliza el criterio de adultos del American College of Rheumatology.
El CSS comienza gradualmente y evoluciona en años. Las características más comunes en niños al momento de ser diagnosticados son asma (91%), infiltrados pulmonares (85%), sinusitis (77%), compromiso de la piel (66%), enfermedad cardiaca (55%), síntomas gastrointestinales (40%), neuropatía periférica (39%) y enfermedad renal (16%). La enfermedad renal es leve y rara vez progresa. El25% de estos niños tienen un ANCA positivo.
| Tabla 2: Criterios de diagnóstico de ACR para síndrome Churg-Strauss (adult onset CCS) _ El diagnóstico requiere 4 de los siguientes 7 criterios: -# Historial de asma; -# Historial de alergias (estacional, comida, contacto); -# Eosinofilia periférica mayor de 10%; -# Mono- o polineuropatia periférica; -# Infiltrados pulmonares migratorios; -# Dolor paranasal u opacidad radiográfica paranasal; -# Biopsia demostrando eosinofilia extravascular. |
Tratamiento
El régimen de tratamiento a seguir en las vasculitis asociadas a ANCA depende del tipo de vasculitis y del sistema afectado. Las estrategias de tratamiento han sido adaptadas de la literatura de la población adulta y de los pocos casos pediátricos.
La terapia de inducción por lo general incluye corticoesteroides y ciclofosfamida oral o intravenosa. Sin embargo, este régimen se considera subóptimo por las toxicidades realacionadas (cistitis hemorrágica, infección seria, infertilidad y malignidad). Por esta razón, los estudios más recientes han evaluado el rol de los medicamentos biológicos y de la plasmaféresis. Se puede utilizar una combinación de metotrexato y corticoesteroides para inducir una remisión en casos leves. Para terapia de mantenimiento se utiliza típicamente mofetil micofenolato o azatioprina por 18 a 24 meses. Para casos refractarios se pueden considerar otras opciones como infliximab (5 mg/kg dos veces al mes), rituximab (375 mg/m2/semana por 4 semanas) e inmunoglobulinas intravenosas (2g/kg/mes).
Comentario
El diagnóstico de una vasculitis en pediatría puede ser sumamente complejo, en especial cuando los síntomas de inicio son poco específicos. Es importante mantener un alto índice de sospecha o presunción en aquellos niños con síntomas generales y con factores de inflamación aguda elevados, aunque estos últimos pudiesen estar normales en etapas tempranas.
Un diagnóstico temprano requiere un alto nivel de presunción clínica y es imprescindible para ayudar a mejorar el desenlace de las vasculitis ya que, aunque severas, suelen responder bien al tratamiento.